Miami, FL, lunes 1 de abril de 2024.
Una reciente investigación abordó la relación entre el sueño y la sensación de juventud. Esto fue lo que encontraron.
Hace algunos días se conmemoró el Día Mundial del Sueño, una fecha establecida por la Sociedad Mundial del Sueño (World Sleep Society) en la que buscan concienciar a la población mundial sobre los trastornos de sueño, que afectan al 40 % de la población mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aunque esta fecha suele pasar desapercibida, aborda un tema que es crucial en la vida de las personas: dormir bien. A lo largo de los últimos años, numerosos estudios científicos han encontrado que dormir bien puede ayudar a reducir la frecuencia de enfermedades, mantener un peso saludable, disminuir el estrés y mejorar el estado de ánimo, entre otros múltiples beneficios.
Ahora, una investigación adelantada por la Universidad de Estocolmo, indagó por los vínculos que pueden existir entre dormir bien y la sensación de juventud. “Dado que el sueño es esencial para la función cerebral y el bienestar general, decidimos comprobar si el sueño guarda algún secreto para preservar la sensación juvenil de edad”, explica Leonie Balter, investigadora del Departamento de Psicología de la Universidad de Estocolmo.
Para determinarlo, adelantaron dos estudios. Sus hallazgos fueron publicados recientemente en la revista académica Proceedings of the Royal Society B.
En el primer estudio le preguntaron a 429 personas entre los 18 y los 70 años si se sentían mayores, cuántos días del mes anterior no habían dormido lo suficiente y cuánto sueño tenían. Tras un análisis, determinaron que por cada noche en la que no habían dormido lo suficiente en los últimos 30 días, la edad subjetiva aumentaba en 0,23 años. En otras palabras, los participantes se sentían 0,23 años mayores por cada día que no habían dormido bien.
Tras obtener los resultados, los investigadores diseñaron un estudio experimental para determinar si era la falta de sueño lo que los hacía sentir mayores. A 186 participantes de entre 18 y 46 años les restringieron el sueño durante dos noches, dejándolos dormir solo cuatro horas cada noche. Luego les permitieron dormir nueve horas cada noche.
El primer hallazgo apuntó a que, después de la restricción del sueño, los participantes se sintieron en promedio 4,4 años mayores en comparación de cuando habían dormido lo suficiente. “Los efectos del sueño sobre la edad subjetiva parecían estar relacionados con el sueño que sentían”, apuntaron los investigadores.
Las científicas determinaron que “sentirse extremadamente alerta se relacionó con sentirse cuatro años más joven que la edad real, mientras que la somnolencia extrema se relacionó con sentirse seis años mayor que la edad real”.
En palabras de Balter, “esto significa que pasar de estar alerta a tener sueño añadió 10 años sorprendentes a la edad que uno sentía”. Por eso, concluye la investigadora principal, “proteger nuestro sueño es crucial para mantener una sensación de juventud. Esto, a su vez, puede promover un estilo de vida más activo y fomentar conductas que promuevan la salud, ya que sentirse joven y alerta es importante para nuestra motivación para estar activos”.
Fuente: El Espectador