Miami, FL, 2 de diciembre de 2024.
Las mujeres tienen el doble de probabilidades que los hombres de sufrir depresión y, a menudo, presentan síntomas físicos más graves. Esta diferencia de género es especialmente evidente durante los años reproductivos y afecta drásticamente la vida de cientos de millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, aunque se han encontrado vínculos entre la salud mental y la salud reproductiva, las asociaciones han permanecido poco exploradas.
En un nuevo estudio, publicado en Briefings in Bioinformatics, investigadores de China y el Reino Unido han descubierto que la depresión puede aumentar las posibilidades de que una persona experimente dolor menstrual (dismenorrea).
Shuhe Liu, autor principal del estudio y estudiante de doctorado en la Universidad Xi’an Jiaotong-Liverpool (XJTLU), China, dice: «Utilizamos una técnica especializada llamada aleatorización mendeliana para analizar la variación genética e identificar genes específicos que pueden mediar el efecto de la depresión en el dolor menstrual» y añade: «Nuestros hallazgos proporcionan evidencia preliminar de que la depresión puede ser una causa, más que una consecuencia, de la dismenorrea, ya que no encontramos evidencia de que el dolor menstrual aumentara el riesgo de depresión».
El equipo analizó aproximadamente 600.000 casos de poblaciones europeas y 8.000 de poblaciones del este de Asia y observó un fuerte vínculo en ambos conjuntos de datos. También investigaron la posibilidad de que la falta de sueño, que a menudo experimentan quienes sufren depresión, fuera un mediador significativo entre la depresión y la dismenorrea.
Shuhe Liu continúa explicando que «el aumento de los trastornos del sueño puede exacerbar el dolor menstrual. Por lo tanto, abordar los problemas del sueño puede ser crucial para controlar ambas afecciones. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender los vínculos intrincados entre estos factores».
Enfoque holístico
Este estudio destaca aún más la necesidad de un enfoque holístico al tratar problemas de salud mental y reproductiva.
Liu afirma: «Los trastornos mentales a menudo no se tienen en cuenta cuando se tratan afecciones como el dolor menstrual. Nuestros hallazgos enfatizan la importancia de la evaluación de la salud mental para las personas que sufren dolor menstrual intenso. Esperamos que esto pueda conducir a opciones de tratamiento más personalizadas y una mejor atención médica, y reducir el estigma que rodea a las afecciones».
«Nuestros resultados demuestran que existe un vínculo entre nuestros sistemas neurológicos y el resto del cuerpo. Al explorar y comprender mejor estas relaciones, podemos marcar una diferencia real para los millones de personas que sufren dolores menstruales y problemas de salud mental», concluye Liu.
Fuente: El Debate
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