Miami, FL, miércoles 5 de febrero de 2025.
Un estudio que analizó las respuestas que cerca de 50.000 personas ofrecieron diariamente por más de dos años, encontró que existe un patrón claro en la salud mental autodeclarada y el bienestar a lo largo del día.
En las últimas décadas, la investigación sobre los factores que influyen en la salud mental de las personas ha ido ganando mayor relevancia. Como resumieron recientemente tres investigadores de la University College London (UCL), “se sabe que el estado de ánimo cambia a lo largo de las estaciones del año, los días de la semana e incluso en el transcurso del día”.
Sin embargo, reconocen los científicos, no hay mucha claridad sobre si existen cambios diurnos en la forma en las que la gente experimentan e informan sobre su salud mental.
Con esto en mente, los investigadores, liderados por Feifei Bu, del Instituto de Epidemiología y Asistencia Sanitaria de la UCL, analizaron los datos que el estudio Social COVID-19, adelantado por esa institución educativa, extrajo de poco más de 49.000 adultos.
Durante dos años, de marzo de 2020 a marzo de 2022, los participantes informaron sobre su salud mental al responder preguntas como: en la última semana, ¿cómo de feliz se sintió; cómo de satisfecho ha estado con su vida; hasta qué punto ha sentido que las cosas que hace en su vida merecen la pena?
Las preguntas tenían que responderse a lo largo del día, desde las 6:00 a.m., hasta la medianoche, y se analizó también el día de la semana, la estación del año y el año. También se tuvo en cuenta el grupo etario, el sexo, la etnia, el nivel educativo, la situación laboral, la zona de residencia, así como las enfermedades físicas y mentales diagnosticadas.
Los resultados de su trabajo fueron publicados recientemente en la revista académica BMJ Mental Health. Tras analizar los datos, el equipo de investigadores concluyó que “existe un patrón claro en la salud mental autodeclarada y el bienestar a lo largo del día, con personas que generalmente se levantaban por la mañana y se sentían mejor —menos síntomas de depresión/ansiedad y soledad y mayor felicidad, satisfacción vital y valía— y se sentían peor hacia medianoche”.
Aunque se trata de un estudio observacional, por lo cual no se puede establecer una causalidad, los investigadores plantean la hipótesis de que los cambios en la salud mental y el bienestar a lo largo del día se expliquen por los cambios fisiológicos asociados al reloj corporal.
“Por ejemplo, el cortisol alcanza su máximo poco después de despertarse y sus niveles más bajos a la hora de acostarse. Sin embargo, es importante reconocer las diferencias entre los fines de semana y los días laborables”, escribieron en el artículo académico.
También consideran que factores contextuales y la secuencia de actividades diarias pueda influir en las respuestas de las personas. A pesar de las limitaciones del estudio, los investigadores hicieron un llamado a que sus resultados sean tenidos en cuenta por los prestadores de servicios y otros médicos.
“Por último, en relación con la salud pública, nuestros resultados indican que [la salud mental y el bienestar] de las personas tiende a ser más baja alrededor de la medianoche, a mitad de semana y en invierno. Esto debería tenerse en cuenta a la hora de planificar la prestación de servicios y recursos”, concluyeron.
EL ESPECTADOR