Miami, FL, 23 de noviembre de 2024.
En octubre de 2023, una encuesta realizada por el Pew Research Center reveló que el 60% de los estadounidenses probablemente no recibirán una vacuna actualizada contra el COVID-19 para el período 2024-25. Solo el 24% indicó que probablemente se vacunarán, mientras que un 15% ya ha recibido la vacuna. Esta baja aceptación refleja una división de opiniones, especialmente entre las diferentes afiliaciones políticas, con los demócratas más dispuestos a recibir la vacuna que los republicanos.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han recomendado la vacuna actualizada para todas las personas de seis meses o más antes de los meses de otoño e invierno, con el objetivo de prevenir enfermedades graves y hospitalizaciones. A pesar de estas recomendaciones, la aceptación sigue siendo desigual, particularmente en relación con las ideologías políticas, ya que los demócratas y los republicanos difieren ampliamente en cuanto a la intención de vacunarse.
En términos de edad, los adultos mayores de 65 años muestran una mayor disposición a recibir la vacuna, con un 54% de ellos afirmando que probablemente se vacunarán o ya lo han hecho. Sin embargo, esta tendencia varía enormemente según la afiliación política, siendo los demócratas de esta franja etaria mucho más propensos a vacunarse en comparación con los republicanos, con una diferencia de 54 puntos porcentuales. En contraste, la mayoría de los menores de 65 años no planean recibir la vacuna.
La disparidad partidaria se extiende aún más cuando se analizan las diferencias dentro de cada partido por edad. Mientras que los demócratas mayores de 65 años están en su mayoría a favor de la vacunación, los republicanos más jóvenes tienen menos probabilidades de aceptar la vacuna. Entre los demócratas, la aceptación de la vacuna aumenta con la edad, con un 84% de los mayores de 65 años a favor, en comparación con solo un 53% entre los de 30 a 49 años.
En cuanto a la aceptación racial y étnica, los adultos blancos y latinos son más propensos a rechazar la vacuna, con un 62% de los blancos y un 58% de los latinos diciendo que probablemente no se vacunarán. Sin embargo, los adultos negros y asiáticos están más divididos, con una mayor proporción de ellos dispuesta a recibir la vacuna actualizada. Esta tendencia muestra diferencias significativas en la percepción de la vacuna entre grupos raciales, especialmente entre los adultos blancos según su afiliación política.
Finalmente, quienes han expresado su intención de no vacunarse lo han hecho principalmente por la sensación de que la vacuna no es necesaria o por preocupaciones sobre los efectos secundarios. Aproximadamente el 60% de los encuestados indicó que estas razones son factores importantes para su decisión, lo que resalta la necesidad de abordar las preocupaciones sobre la seguridad y la eficacia de las vacunas a medida que avanzan los esfuerzos de salud pública.
Fuente: Pew Research Center