Miami, FL, 26 de octubre de 2024.
Las desigualdades profundas en los resultados de nacimiento y salud materna entre personas negras y blancas en el estado de Florida de EE. UU. apuntan a la necesidad de un mayor apoyo para la atención por parte de doulas, señaló Human Rights Watch en un informe publicado hoy.
El informe de 62 páginas, “Witness, Ally, Advocate, Climate Worker: Doula Care for Justice in Maternal Health in Florida” (“Testigos, aliadas, defensoras y trabajadoras climáticas: La atención por parte de doulas promueve la justicia en la salud materna en Florida”), concluyó que el estado proporciona apoyo económico y programático inadecuado para la atención por doulas, incluso en el marco de planes estatales de Medicaid, que son los que utilizan casi la mitad de todas las mujeres que están embarazadas o dan a luz en el estado.
Las doulas, son personal de salud no clínico que brindan apoyo especializado durante el nacimiento y proporcionan información individualizada sobre opciones, derechos y recursos de atención de la salud. Diversas investigaciones académicas y del gobierno de Estados Unidos sugieren que los servicios prestados por doulas pueden ayudar a mejorar la disponibilidad, accesibilidad y calidad de los servicios de atención de la salud para las personas embarazadas. Un análisis realizado en varios países sobre evidencias concluyó que el apoyo continuo del trabajo de parto que brindan las doulas puede reducir los índices de parto por cesárea y mejorar las puntuaciones de Apgar (indicaciones sobre buen estado de salud en neonatos), y también las calificaciones de la experiencia que tienen las mujeres.
“La atención por doulas mejora la salud de las mujeres y otras personas embarazadas, así como de las personas recién nacidas, y brinda un apoyo sumamente necesario a mujeres y niñas, y podría ayudar a abordar las desigualdades”, explicó Skye Wheeler, investigadora sénior de derechos de la mujer de Human Rights Watch. “Sin embargo, las doulas negras y otras de color a menudo tienen que hacer grandes esfuerzos para asegurar la justicia reproductiva con una remuneración magra, incierta o directamente inexistente”.
Human Rights Watch entrevistó a más de 50 expertos, entre ellos doulas, proveedores de atención clínica de la salud materna, administradores de atención de la salud y académicos en el área del sur de la Florida. Las personas entrevistadas indicaron que, aunque los hospitales y otros proveedores clínicos valoran cada vez más la atención por parte de doulas, los sistemas sanitarios no están en condiciones de permitir un acceso equitativo a sus servicios. Pagar con recursos propios la atención de una doula puede costar hasta USD 3.000 durante el transcurso del embarazo de una persona, lo cual generalmente hace que no sea asequible para las mujeres embarazadas de bajos ingresos. Las doulas interesadas en trabajar principalmente o en forma exclusiva con mujeres de bajos ingresos tienen dificultades para que su trabajo resulte sostenible.
“Estamos allí para asegurarnos de que las madres realmente sientan que toman decisiones de manera activa”, señaló Shantai Latoya Young, doula de profesión, a Human Rights Watch.
Fuente: Human Rights Watch