Los impuestos saludables buscan reducir el consumo de productos nocivos para la salud, disminuyendo la carga de enfermedades no transmisibles.
A través del Proyecto de Impuestos Saludables del Programa Global de Impuestos del Banco Mundial, se llevó a cabo en el foro una sesión especial sobre el papel estratégico de los impuestos saludables, que son impuestos selectivos al consumo de productos de tabaco, de bebidas alcohólicas y de bebidas azucaradas. Estos impuestos son herramientas de política que actúan como acciones intersectoriales de impacto poblacional, y cuyos efectos se extienden sobre todas las dimensiones del desarrollo, comenzando por los grandes beneficios en salud, ingresos fiscales y crecimiento económico vía capital humano.
Los impuestos saludables tienen como objetivo reducir el consumo de bienes que son nocivos para la salud; debido a esto, ayudan a reducir la carga de enfermedad de las principales causas de muerte, enfermedad y discapacidad, que hoy día son las enfermedades no transmisibles (cáncer, la diabetes, enfermedades cardiovasculares y enfermedades respiratorias crónicas). El tratamiento de estas enfermedades demanda de los sistemas de salud un conjunto de servicios de muy alto costo; además, al causar discapacidad, estas reducen de manera importante la productividad de las personas en el mercado laboral.
Al mismo tiempo, los impuestos saludables son una herramienta fiscal que permite generar un monto importante de ingresos fiscales. Cuando se diseñan e implementan de manera apropiada, los impuestos selectivos al consumo de tabaco pueden generar alrededor del 0,6 % del PIB en ingresos fiscales, y en el caso de los impuestos al consumo de bebidas alcohólicas, alrededor del 0,3 %.
Para garantizar la efectividad y sostenibilidad de estos impuestos, es fundamental incorporar características particulares en su diseño:
• Incrementos sustanciales de las tasas, de forma periódica: garantizar que los impuestos mantengan su impacto a lo largo del tiempo, desincentivando continuamente el uso de productos nocivos para la salud.
• Estructuras orientadas reducir el consumo: diseñar los impuestos de forma que considere los patrones de consumo de cada producto, y que, en el caso de bebidas, varie de acuerdo con el contenido de azúcar o de alcohol.
• Ajuste por inflación: indexar el componente especifico del impuesto a la inflación, para que el valor real de estos impuestos no se reduzca en el tiempo; esto permite que sigan siendo una fuente de ingresos fiscales estable y una herramienta para disuadir a las personas de consumir estos productos.
La asignación y el uso de los ingresos: ¿Qué son y por qué son importantes?
En la sesión también se profundizo en el concepto de destinación especifica una práctica que está cobrando fuerza debido a las necesidades de financiamiento sectorial. Pero ¿qué es y por qué es importante? La destinación especifica consiste en asignar recurso de una fuente de ingresos fiscales, en este caso los impuestos saludables, a un rubro particular del gasto, de forma que los recursos se destinen a un objetivo de política determinado, como por ejemplo programas cesación de tabaquismo o de alcohol.
Esta práctica puede hacer que las asignaciones sean más focalizadas, pero también puede reducir la flexibilidad en la asignación del presupuesto público. Sin embargo, los impuestos saludables que tiene un diseño adecuado mejoran la salud de la población y reducen los costos de los sistemas de salud independientemente de si se hace o no destinación especifica de los ingresos fiscales que generan.
En el debate también se abordó el concepto del uso de los ingresos fiscales, término que se refiere a los mecanismos para destinar parte de los recursos generados por estos impuestos a gastos prioritarios en el presupuesto, sin tener necesidad de definirlos formalmente como destinación especifica. Estos mecanismos caben dentro de las buenas prácticas fiscales, y a la vez maximizan los beneficios en salud y en ingresos fiscales.
Avanzar en el impacto de los impuestos saludables
En el Foro Anual de Financiamiento de la Salud se puso de relieve la importancia del papel fundamental de estos impuestos para crear un futuro más saludable y resiliente. En este esfuerzo, el Programa Global de Impuestos y el Proyecto de Impuestos Saludables del Banco Mundial proporcionan un apoyo esencial impulsando investigaciones que sirvan de fundamento a la toma de decisiones importantes de política. El análisis del papel de los impuestos saludables en las economías, el comercio y los mercados laborales, que incluye el uso de datos desagregados por sexo, promueve sistemas tributarios más justos.
En junio pasado, el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud organizaron el Diálogo Internacional sobre el Financiamiento Sostenible de las Enfermedades No Transmisibles y la Salud Mental para impulsar esta agenda a nivel mundial en colaboración con nuestros asociados y garantizar beneficios duraderos tanto para la salud como para la economía.
*Banco Mundial
Por Danielle Bloom, Agnès Couffinhal & Ceren Ozer