Miami, FL, martes 28 de mayo de 2024.
Uno puede pensar que los jóvenes son el principal grupo que disfruta de la libertad de la marihuana legal, pero en Canadá, el mayor aumento de usuarios después de la legalización se produjo entre los adultos mayores, y a veces los envía al hospital, según una nueva investigación.
La tasa de visitas al departamento de emergencias por intoxicación de marihuana en adultos mayores durante el período de legalización de la flor de cannabis seca y comestibles —octubre de 2018 hasta diciembre de 2022— en Canadá fue significativamente mayor que la del período previo a la legalización, según una carta de investigación publicada este lunes en la revista JAMA Internal Medicine.
Los comestibles, que incluyen productos horneados, dulces y bebidas, son cada vez más populares, dijo el autor principal de la investigación, el Dr. Nathan Stall, geriatra y científico clínico de Sinai Health en Ontario. Sin embargo, algunos adultos mayores pueden no ser conscientes de la fuerza de la marihuana de hoy, y poco se sabe acerca de los efectos sobre la salud de la legalización del cannabis comestible en los adultos mayores, el grupo de edad con el mayor crecimiento en el consumo de marihuana en general un año después de que la flor seca de cannabis fue legalizada en Canadá, dijo Stall.
«Muchos profesionales de salud, y francamente la sociedad, tienen un cierto prejuicio relacionado con la edad, según el cual los adultos mayores no consumen drogas. Y eso no es cierto», afirma Stall. «Encontramos que los mayores aumentos en las visitas al departamento de emergencias por intoxicación de marihuana entre los adultos mayores ocurrieron después de que el cannabis comestible se legalizó para la venta minorista en enero de 2020».
Los autores utilizaron los datos administrativos del Ministerio de Salud de Ontario para examinar las tasas de visitas a urgencias por intoxicación con marihuana entre los adultos mayores durante el período previo a la legalización —de enero de 2015 a septiembre de 2018— y los dos períodos de legalización: octubre de 2018 a diciembre de 2019, que permitió la venta de flores secas de cannabis solamente, y enero de 2020 a diciembre de 2022, que marcó la legalización de comestibles de cannabis.
Según Stall, cuando las personas se intoxican con marihuana pueden experimentar confusión, psicosis, incluidas alucinaciones, ansiedad o ataques de pánico, taquicardia, dolor en el pecho, náuseas y vómitos.
Durante los ocho años que duró el estudio, se produjeron 2.322 visitas a urgencias por intoxicación por cannabis en adultos mayores de 69 años de media. Casi el 17% de esos adultos estaban intoxicados simultáneamente con alcohol, cerca del 38% tenían cáncer y el 6,5% padecían demencia. En comparación con el periodo previo a la legalización, en el periodo de legalización nº 1 se registró una tasa dos veces mayor de visitas a urgencias por intoxicación con cannabis. La tasa durante el segundo periodo de legalización triplicó la de antes de la legalización.
«Este estudio es una advertencia sobre la legalización de sustancias sin una adecuada investigación, educación y asesoramiento de los usuarios sobre los efectos adversos y el uso seguro, especialmente en los adultos mayores», señalaron en un comentario sobre el estudio las doctoras Lona Mody y Sharon K. Inouye, que no participaron en la investigación.
Mody es catedrática de Amanda Sanford Hickey de Medicina Interna en la Universidad de Michigan, en Ann Arbor. Inouye es directora del Centro del Envejecimiento Cerebral del Instituto Hinda y Arthur Marcus de Investigación sobre el Envejecimiento de Boston y profesora de Medicina en la Facultad de Medicina de Harvard.
Los efectos engañosos de los comestibles
A la hora de explicar las tasas más elevadas, los expertos señalan que merece la pena analizar tanto el consumo involuntario como el intencionado de marihuana comestible.
«Los productos comestibles de marihuana pueden ser especialmente peligrosos porque a menudo no se distinguen de los alimentos que no contienen cannabis y pueden contener grandes cantidades de THC (delta-9-tetrahidrocannabinol), el principal ingrediente activo del cannabis medicinal y recreativo», señalaron Mody e Inouye.
En su propia consulta, Stall ha sido testigo de una situación habitual derivada de la falta de distinción: el médico de un servicio de urgencias no es capaz de averiguar por qué un paciente adulto de edad avanzada sufre un deterioro neurológico mediante ninguna de las pruebas típicas, solo para que un análisis toxicológico dé positivo en cannabis, para sorpresa del paciente.
«Por otra parte, la marihuana actual es muy distinta del que se consumía a principios de los 90 y mediados de los 80», explica Stall. «Los extractos de cannabis actuales contienen hasta 30 veces más THC. … Es posible que los adultos mayores que no hayan consumido marihuana en décadas y ahora lo estén probando de nuevo en esta era posterior a la legalización no sean conscientes».
Además, los cambios relacionados con la edad en el funcionamiento de los órganos y en la forma en que la droga se distribuye por el organismo —así como padecer enfermedades o tomar medicamentos con receta, especialmente psicoactivos— pueden facilitar que un adulto mayor sufra una intoxicación por marihuana, añadió Stall.
Algunas personas que consumen intencionadamente comestibles de cannabis pueden no ser conscientes de que esta forma tiene un efecto más retardado que un inhalante, que va directamente al torrente sanguíneo, dijo. Pensando que el comestible no está haciendo efecto, toman otro demasiado pronto y acaban recibiendo más de lo que esperaban.
También hay personas cuyos medicamentos recetados para el tratamiento del dolor, el insomnio o los síntomas de demencia no son eficaces, por lo que consumen comestibles con fines terapéuticos pero sin consultar antes a un médico, explicó Stall.
Reducir los daños del consumo de marihuana
Abstenerse de consumir marihuana puede ser «apropiado» para algunas personas, pero «dudaría en hacer una recomendación general (de que) ningún otro adulto debería consumirlo, porque hay gente que va a consumirlo aunque se haga esa recomendación», dijo Stall.
Por lo tanto, la prevención de los daños relacionados con la marihuana en los adultos mayores requiere un enfoque múltiple, añadió, incluido el almacenamiento de comestibles de cannabis en lugares cerrados con llave y en envases claramente identificados.
Los productos que los adultos mayores consumen intencionadamente deben contener información sobre la dosis con orientaciones específicas para ellos, «teniendo en cuenta que la cantidad de fármaco que pueden necesitar es mucho menor que la de las poblaciones más jóvenes», dijo Stall. «En medicina geriátrica, tenemos un mantra: empezar poco a poco e ir despacio. Ese mismo mantra se aplica aquí».
La cantidad a partir de la cual el cannabis puede volverse tóxico puede depender de múltiples factores personales, pero algunos estudios indican que las personas deben esperar al menos tres horas antes de tomar una segunda dosis, dijo Stall.
Los profesionales de la salud también deberían mantener conversaciones abiertas y sin prejuicios con los adultos mayores sobre el consumo de marihuana y sus beneficios y riesgos, añadió.
Fuente: Kristen Rogers, CNN EN ESPAÑOL